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Friday, August 21, 2009

La religión de paz

Por mucho que pueda disgustarme el cristianismo, sus demandas de ciega obediencia y sumisión, y su rechazo a personas que no están contempladas en el “plan de dios”, o que lo están, pero de vistos por encima del hombro; tengo que admitir que los abusos del cristianismo no se comparan a los de la “religión de paz”, el Islam.

En términos amplios, se puede decir que el Islam es similar al cristianismo en cuanto a doctrina, al ambas requerir obediencia a un dios, el cual se ha revelado a sus fieles a través de “textos sagrados” que son “su palabra”, palabra que es interpretada por los líderes espirituales y dada de esta forma al pueblo para que sea cumplida bajo la amenaza de espantosos tormentos de no hacerlo.

El problema con el Islam es que esa interpretación que hace de los textos sagrados se hace con una mentalidad mucho más totalitaria que la del cristianismo. Debido a la iluminación y a los avances seculares y científicos, las iglesias cristianas y su poder han tenido que retroceder para dejar lugar a visiones que den prioridad a los derechos y libertades ciudadanas, ciencia y conocimiento. Pero aparentemente con el Islam no pasó eso. El Islam se empeño en permanecer en una especie de oscurantismo que a estas alturas del siglo XXI es chocante encontrar. Los ejemplos de violaciones a los derechos humanos por parte del Islam son incontables en todo nivel de la sociedad. El fanatismo que sus adeptos demuestran es indignante debido a lo extremo que es.

El cristianismo no está libre de fanáticos, sin embargo estos fanáticos por lo general se reducen a personas particulares, tal vez llegando a grupos de personas que difícilmente hacen algo más que protestar en contra del cualquier cosa o impulsar leyes que discriminen en contra de otros o busquen introducir religión en asuntos del estado. Sin embargo, el fanatismo islámico va mucho más allá. Desde el marido en una zona rural que asesina a una mujer de su familia por haber deshonrado a la familia, hasta el gobierno que responde con fuerza desmedida a sus propios ciudadanos que protestan, a los países en los que Islam impera parece no importarles el bienestar de sus ciudadanos, tan solo el cumplimiento de sus leyes religiosas. En otras palabras, el estado no sirve al ciudadano, sino el ciudadano al estado, una definición muy similar a la de un gobierno totalitario. Y aun así, el Islam se presenta hipócritamente como “una religión de paz”. Y tal vez lo peor del asunto es que el liberalismo occidental, el cual luchó por los derechos y libertades de la gente, muchas veces trata de disculpar delitos y abusos cometidos en nombre de esa religión de paz.


La maldición del cromosoma XX
Tal vez lo que más resalte del Islam sea su opresión hacia las mujeres. Desde el uso obligatorio del burqa y otras ropas que oculten a la mujer, hasta las leyes que amparan el asesinato de estas por salir con una persona de distinta fe.

Para empezar, en el Islam, la segregación por géneros es vista como normal, pero el trato a la mujer como ciudadana de segunda clase no acaba allí. En el Islam es normal que los hombres golpeen a sus mujeres por desobedecer. El hombre puede divorciarse cuando lo desee, mientras que la mujer no tiene ese mismo derecho. Muchas veces la mujer no puede decidir con quién casarse, lo cual es parecido a lo que se acostumbraba en occidente hace cosa de un siglo, pero al menos la sociedad occidental avanzó. Y dos de las cosas que me parecen más indignantes, es que si una mujer quiere probar que fue violada, debe tener cuatro testigos varones que corroboren su versión. De lo contrario, podrá terminar en la carcel o apedreada por infiel,y el poder casarse con niñas, menores de edad, y con libertad para tener relaciones sexuales con estas. Y creo que nada es tan horrible como la circunsición femenina.

Estas son solo algunas de las características del Islam para con las mujeres. Tales practicas se pueden encontrar a menudo en medios de información con la suficiente incorrección política como para criticar al Islam. Es ahí donde la izquierda, especialmente la europea falla, esa izquierda que lucha por los derechos y libertades de los individuos, se deja pisotear por las supuestas libertades de una religión que no son más que un retroceso a épocas medievales.

Lamentablemente, estos casos se están extendiendo ya no solo a Europa, sinó a USA y Canada




Cristianos y otros creyentes
Las distintas religiones muchas veces son incompatibles, pero en la mayoría no se llega al extremo de pedir la destrucción o insultar tan garrafalmente a una creencia distinta, haciendo el mejor ejemplo de la sartén criticando a la olla. La religión cristiana podrá ser todo lo disparatada que uno quiera, pero en general no se lleva mal con la comunidad judía y hace algunos intentos de llevarse no tan mal con la musulmana (eso si exceptuamos la invasión al medio oriente por parte de USA, la cual tuvo varias otras motivaciones). Los musulmanes no ven con tantos bemoles el asesinar o encarcelar a miembros de otras religiones, lo cual es impensable en la sociedad occidental. Pero la intolerancia no se limita a eso. También existen casos en que militantes musulmanes han atacado templos cristianos. A mi no me gusta ir a una iglesia, así como tampoco ver una que paga muchos menos impuestos que una propiedad normal, pero de ninguna forma la destrucción de estas es una forma coherente de vivir para una sociedad moderna.



Homosexuales
Al igual que en el cristianismo y la mayoría de sus denominaciones, el Islam es bastante intolerante hacia los homosexuales. Si la sociedad musulmana trata tan mal a sus mujeres, qué se puede esperar para los homosexuales? Tal vez el caso más sonado ha sido el ahorcamiento de dos homosexuales en Iran. En los Estados Unidos el odio contra los homosexuales por lo general se limita a no permitírseles casarse, pero en un país cuyo presidente afirma que no existen homosexuales, es difícil que haya límites para la intolerancia contra estas personas quienes, por cierto, ya tienen una vida bastante difícil.



Violencia:
Tal vez la relación entre violencia e Islam sea la más difícil de la cual escribir debido a lo fácil que podría parecer que se está diciendo que todo musulmán es violento, lo cual no es cierto de ninguna forma. Pero no se puede simplemente olvidar el tumulto que se armó cuando una caricatura del Mahoma fue publicada en un periódico danés. Esto inició una serie de protestas que tuvieron como consecuencia la quema de banderas de países europeos, ataques a edificios europeos e incluso el incendio de las embajadas de Dinamarca en Irán, Siria y Líbano.

No quiero pensar que tengo un estándar demasiado alto para los seres humanos en general, pero creo firmemente que alguien racional no comete tales actos de violencia simplemente por una caricatura. Así sea de su dios. Puedo entender protestas pacíficas, boicot de la institución culpable (en este caso el periódico) y tal vez la quema de la bandera del país. Pero llegar al extremo de quemar una embajada es demasiado. Más aun, estos actos fueron alentados por los líderes religiosos islámicos, lo cual demuestra lo institucionalizada y aceptada que puede llegar a ser la violencia.




Como ocurre con el cristianismo y el judaísmo, el Islam contiene dentro de sí incontables insensateces. Sin embargo, el celo que demanda por parte de sus fieles, el fundamentalismo con que aplica lo que considera es el mensaje de su dios y la fuerte relación que existe entre el Islam y la política de los países en los cuales sus practicantes se encuentran, hacen de esta creencia alarmante para el resto de ciudadanos cuerdos y que no debería ser vista con buenos ojos en estos tiempos.

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"Que esté permitido a cada uno pensar como quiera; pero que nunca le esté permitido perjudicar por su manera de pensar" Barón D'Holbach
"Let everyone be permitted to think as he pleases; but never let him be permitted to injure others for their manner of thinking" Barón D'Holbach